Un conector DVI-D envía una señal digital, mientras que un conector DVI-I puede enviar tanto señales digitales como analógicas.
Un cable DVI-D es totalmente compatible con un conector DVI-I: sólo leerá la salida digital y simplemente ignorará la analógica.
La mayoría de las tarjetas gráficas y placas base más antiguas incluyen un conector de interfaz de vídeo digital (DVI) para conectar un monitor o proyector al ordenador.
En la imagen siguiente, el conector DVI es de color blanco, a diferencia del conector VGA, que es de color azul.
Así, como ya hemos dicho, un conector DVI-D sólo envía una señal digital.
En cambio, un conector DVI-I puede enviar tanto señales digitales (para pantallas digitales, como los monitores LCD con retroiluminación LED) como señales analógicas (para pantallas antiguas, como un monitor CRT) utilizando un adaptador DVI a VGA.
Por esta razón, un conector DVI-I contiene más pines que un conector DVI-D.
Por tanto, las tarjetas gráficas y las placas base que llevan un conector DVI-I son totalmente compatibles con los monitores LCD, que suelen tener puertos DVI-D.
El cable DVI-D sólo leerá la salida digital del conector DVI-I y simplemente ignorará la señal analógica.
Por último, está el conector DVI-A, que sólo puede emitir una señal analógica, pero hoy en día está obsoleto.
DVI-I vs DVI-D vs DVI-A
Para cada tarjeta gráfica o placa base que tenga un conector DVI, la cantidad de pines y la disposición de los pines en el conector DVI difiere según su tipo.
Ahora bien, el DVI es el conector más versátil, ya que puede utilizarse con dispositivos HDMI, VGA y DisplayPort utilizando los adaptadores adecuados.
Los conectores Dual-Link utilizan los 24 pines, lo que permite un mayor ancho de banda.
El DVI de doble enlace puede soportar una resolución de pantalla de hasta 2560×1600 a 60 Hz o 1920×1080 a 144 Hz, mientras que el DVI de enlace único tiene un máximo de 1920×1200 a 60 Hz.