A la hora del gaming en ordenadores, lo ideal es emplear un monitor que sea compatible con nuestra tarjeta gráfica para sacarle el máximo rendimiento, que cuente con AMD FreeSync o G-Sync.
Los monitores gaming están diseñados para tener una tasa de actualización mayor y un tiempo de respuesta más rápido.
En cambio, los televisores suelen ser más lentos, no suelen sobrepasar de los 60Hz de tasa de refresco y no suelen ser compatibles con tecnología de AdaptiveSync, de manera que lo más probable es que presenten desgarrado de imágenes y entre saltos de fotogramas.
Por otro lado, un buen televisor 4K o 8K de tecnología OLED puede ser perfecto para jugar videojuegos en consolas, pero depende de tus necesidades particulares.
A la hora de comprar un monitor, es común que te topes con un montón de interrogantes que dificultan una elección de compra clara.
Bien sea, porque hay demasiadas opciones “similares” en el mercado o por el hecho de que no conozcas demasiado al respecto y pueda resultar confuso.
En este artículo responderé a esta interrogante ofreciendo toda la información necesaria para que cualquier persona pueda diferenciar rápidamente qué características son las que pueden hacerle decantarse por una opción u otra.
Características a tener en cuenta entre un televisor tradicional vs monitor gaming
Tamaño de la pantalla
El tamaño de la pantalla es uno de los factores que la mayoría de usuarios suelen dar prioridad.
Sin embargo, hay otros factores con mayor peso como la resolución, el tipo de panel, rapidez del panel, entre otras cosas, que juegan un papel más importante cuando se trata de la calidad de la imagen de una pantalla.
Si eres usuario de consola, es probable que el tamaño de la pantalla sea un factor importante, por las características que implica la jugabilidad de consola, ya que un usuario de consola suele jugar con familiares y amigos en una gran sala y por tanto una pantalla de gran tamaño tiene total sentido.
Por el contrario, para un usuario de ordenador, el tamaño de pantalla ideal se encuentra dentro de los 24”, 27” o 32”.
Resolución de la pantalla
La mayoría de nuevos televisores suelen tener una definición 4K o 8K.
Esto se debe a la densidad de píxeles, a mayor tamaño de pantalla requiere hacer píxeles más grandes o aumentar la resolución para conservar píxeles pequeños en pantallas grandes sin perder calidad de imágen.
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Por otro lado, cuando de monitores gaming se trata, la resolución suele ser 1080p o 1440p, ya que al tener el panel a tan corta distancia en un panel de menor tamaño, las imágenes son mucho más definidas.
Además, correr videojuegos a tasas de refresco óptimas en resoluciones 1440p o 4K requiere de hardware de vanguardia, y por tanto muchos usuarios que no cuentan con tarjetas gráficas de últimas generaciones se decantan por la clásica resolución de 1080p.
HDR (Alto rango dinámico)
A pesar del marketing que hacen los fabricantes, sólo los monitores de gama alta son capaces de ofrecer HDR de verdad.
Mientras que la mayoría de televisores a precios razonables cuentan con esta característica.
De manera que, si te hace mucha ilusión consumir contenido con HDR, lo suyo es optar por un televisor 4K, a no ser que cuentes con los recursos para ir a por un monitor gaming de gama alta.
Televisor vs Monitor gaming
Tras evaluar los puntos anteriores, hay aspectos adicionales a tener en cuenta cuando se busca una pantalla para sacarle provecho a la hora de jugar videojuegos.
Retraso de entrada
Cuando se trata de jugar videojuegos en consolas, la opción más común es optar por un televisor de gran tamaño, ya que se suele jugar a una distancia mayor en comparación a jugar en ordenador.
Sin embargo, debes asegurarte que el televisor tenga la función de derivación de posprocesamiento de imagen, normalmente denominado como “Modo Juego».
Esta función reduce considerablemente el retardo de entrada, lo que es imprescindible a la hora de jugar juegos competitivos de alta velocidad y precisión.
En cuanto a números es recomendable que el televisor tenga menos de 16ms de retardo de entrada, preferiblemente menos de 8 ms si soporta tasas de refresco de 120Hz.
Para jugar en ordenadores, los monitores de gaming ya poseen una latencia menor en comparación a los televisores, donde la mayoría se encuentra entre 0,5ms y 5ms.
Tiempo de respuesta
El tiempo de respuesta es crucial para una experiencia de juego óptima y competitiva.
En monitores es una característica fácil de encontrar y está bien definida, sin embargo en televisores no suele ser tan clara, precisamente porque no suelen destacar en este apartado.
Un monitor IPS común suele tener un tiempo de respuesta de 5ms, mientras que los televisores IPS rondan sobre los 15ms.
Esto provoca que las imágenes fantasmas o ghosting sean más evidentes y provoquen un efecto de arrastre detrás de los objetos que se muevan rápidamente.
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Si juegas en consola y te puedes permitir un televisor OLED, no dudes en considerarlo, ya que esta tecnología ofrece una velocidad de respuesta más rápida que cualquier monitor para juegos con retroiluminación LED, ya que sus píxeles operan de manera independiente.
Tasa de refresco
Cuando de monitores gaming se trata, podemos encontrar monitores con tasas de refresco de 144Hz, 165Hz, 240Hz, hasta unos sorprendentes 360Hz.
Esto ofrece una mayor capacidad de respuesta y fluidez en los videojuegos de alta velocidad, donde cada instante es decisivo en la experiencia de juego.
Por otro lado, los televisores suelen estar limitados a tasas de 60Hz o 120Hz si tenemos suerte.
Si estás considerando un televisor para jugar en consolas de última generación, asegúrate de que sea de 120Hz reales y no de los que emplean una interpolación de movimiento.
Adaptive-Sync
Adaptive-Sync es una tecnología de tasa de refresco variable que permite sincronizar la tarjeta gráfica con el monitor, adaptando la tasa de refresco a los fotogramas por segundo que produce el ordenador o consola, eliminando el desgarro de imágenes y el salto entre fotogramas.
Los monitores gaming ofrecen una frecuencia de actualización variable o tecnología de sincronización adaptativa, como lo son AMD FreeSync o NVIDIA G-SYNC.
Las consolas de videojuegos Xbox One y Series S/X son compatibles con AMD FreeSync hasta 120Hz.
De manera que, un monitor gaming con FreeSync o G-Sync es una opción perfecta si juegas tanto en ordenador como en consola, además, algunos televisores también admiten la tasa de refresco variable de FreeSync.
OLED
Los televisores con tecnología OLED, a diferencia de los paneles IPS, VA y TN, poseen píxeles autoemisivos, lo que permite un tiempo de respuesta instantáneo y una relación de contraste infinita.
Sin embargo, no todo es color de rosas, ya que son equipos sumamente costosos y prohibitivos para el usuario común.
Conclusión
Tal como hemos visto, hay ciertas características a favor y en contra tanto para los televisores como para los monitores, y esto se debe a que responden a públicos distintos.
Si eres usuario de ordenador y quieres sacar el máximo provecho a tu tarjeta gráfica, lo suyo es que vayas a por un monitor gaming compatible.
Por otro lado, si eres usuario de consola, puedes elegir entre dos vertientes; un monitor 4K de tamaño normal para jugar a una distancia cercana, o un televisor 4K o 8K de gran tamaño (Preferiblemente OLED), para jugar a una distancia más alejada.